QUIENES SOMOS
Imola en la segunda mitad del siglo XIX.La Congregación fue fundada por Sor Lucía Noiret en 1876 en Imola dentro del Conservatorio de «San Giuseppe», Obra Pia dirigida por una administración laica que acogía a los huérfanas y jóvenes que asistían a la escuelas del Conservatorio desde fuera.
Tiene sus raíces en la diócesis de Imola, porque fue encargado por el obispo Luigi Tesorieri. Sus orígenes históricos están ligados a los complejos eventos que involucraron a las hermanas de la Caridad de Santa Antida Thouret (que prestaron su labor educativa en el Conservatorio) y Sor Lucía.
Tras la anexión de los Estados Pontificios (de los que Imola formaba parte) al reino de Saboya, la vida política, social y religiosa de la ciudad de Imola estaba condicionada por una fuerte connotación anticatólica, que se manifiesta con la supresión de órdenes religiosas. y el persistente intento de los administradores municipales de apartar a los jóvenes de la influencia de la Iglesia en la vida social.
Carisma fundacional
La experiencia de fe, que marcó profundamente a la sor Lucía, fue una fuerte intuición del amor de Dios revelado en Cristo Jesús a través del signo de su Corazón. Dar a conocer el amor de Dios al hombre (a la humanidad) y hacer que cada uno confíe en la bondad y la misericordia del Corazón de Cristo que es el don del Espíritu confiado a la Congregación para que se profundice en la contemplación y se viva hoy al servicio de los hermanos.
La eclesialidad es un rasgo propio del carisma de Sor Lucía, el haberse encarnado en la historia concreta y cotidiana en la que se encontraba trabajando, manteniéndose anclada en la dimensión trascendente de la fe. La acción suya se nutrió siempre de la contemplación.
Presenza delle Ancelle e loro attività
Con la apertura de las Misiones en América Latina (Guatemala, México y El Salvador) se entra en esta forma en la participación del proyecto de las «Iglesias hermanas», se cumple de esta manera la profecía de San Juan Bosco que le anuncio en un encuentro con sor Lucía, le dijo: «Anímate, el Buen Dios no solo te quiere en Imola, sino que quiere que extiendas tu misión también fuera de Italia».
Hoy la Congregación, en colaboración con los laicos, continúa, en Italia y América Latina, el carisma dejado como don a la Iglesia, por la fundadora la Sierva de Dios sor Lucía Noiret a través de la labor educativa dirigida a niños, jóvenes y familias. En el campo de la escuela, la catequesis, la pastoral juvenil, los servicios sociales siempre abiertos a aquellas actividades que requieran los signos de los tiempos y las necesidades de los lugares donde las hermanas puedan prestan sus servicio apostólicos. Una misión muy actual que hemos abrazado hoy en día es de ser promotoras de paz y dar nuevas esperanzas a la sociedad.
Sor Lucia Noiret
Georgine Noiret, nació en Chambéry (Saboya), el 27 de enero de 1832, a los 18 años ingresó en la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Giovanna Antida Thouret, tomando el nombre de Sor Lucía. Después del Noviciado, hecho en Nápoles, en 1852 fue enviada a Imola como educadora en el Instituto llamado «Conservatorio di S. Giuseppe» que acogía a los huérfanos y que tenia escuelas para niñas externas.
Los complejos acontecimientos humanos y políticos llevaron a la superiora general, sor Carolina Chambrot, a reclamar, en 1873, a sus religiosas que estaban en Imola. Pero la policía detuvo a sor Lucía cuando estaba a punto de irse en tren.
El obispo Luigi Tesorieri, para que el orfanato de San José no cayera completamente en manos de laicos de aquella época antirreligiosa, aconsejó a sor Lucía que se quedara y abandonara la Congregación, utilizando el principio establecido por la regla de Santa Giovanna Antida Touret, luego dejo «los votos se hacen que solo son válidos para la permanencia del Instituto.
Iluminada también por Don Bosco, Sor Lucía, en el sufrimiento y la oración, comprendió la voluntad de Dios que la quería disponible al servicio de las niñas y fue en búsqueda de mas jovencitas, de la Saboya, su tierra natal, y a los alrededores de Imola, para que se unieran en torno a ella. Las tres primeras hicieron su profesión religiosa el 19 de junio de 1879, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, en la que sor Lucía había depositado toda su confianza. En 1886, del 11 al 19 de marzo, la nueva congregación religiosa tomó el nombre de «Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús bajo la protección de San José». Sor Lucía abrió la primera casa de su instituto en 1889, en Riolo Terme, acogiendo a los niños de la escuela materna, y a niños de escuela primaria y las internas.
En 1891 el noviciado fue trasladado a Bologna en el Instituto San Giuseppe, ahora Casa General de la Congregación. La pasión educativa es uno de los rasgos emergentes en la figura de sor Lucía. Su objetivo era educar los corazones y las mentes de las generaciones más jóvenes, a las que consideraba perlas preciosas que le había dado el Señor, de llevarlas al conocimiento de Dios y de capacitarlas en la competencia de su trabajo, de manera que pudieran servir, llevar frente a Dios, a los pobres y necesitados, no sólo de bienes materiales, sino sobre todo de cultura en una época en la que las mujeres estaban marginadas. Mujer cristiana según el Evangelio, según la definición de una de sus alumnas, en lo concreto de la vida cotidiana ella tomaba fuerza y luz en la contemplación del amor del Señor, un amor confiado, dócil y trabajador, expresado en la imagen de la Sagrada. Corazón.
El carisma de sor Lucía era dar a conocer el amor de Dios a todos hombre (a toda humanidad) de guillar a quienes se acercaban a creer en la bondad y la misericordia de su corazón. Su fuerte espíritu apostólico se expresó sobre todo en la acción educativa y asistencial hacia la juventud que quería formar según el Evangelio.
Sor Lucía murió en Imola el 17 de marzo de 1899.
CIERRE DEL PROCESO DIOCESANO DE CANONIZACIÓN Y BEATIFICACIÓN
El proceso diocesano de Canonización y Beatificación de Sor Lucía Noiret, concluido en Imola, el 31 de octubre de 2009, en la Catedral de San Cassiano, ha entrado ahora en la fase romana.
«La inacción contemplativa» es el título de la última biografía, escrita por el historiador de Imola, Andrea Ferri, publicada en 2003.